El placer de actuar no es un curso sino una filosofía de entrenamiento actoral. Es como concibo el teatro y toda disciplina artística dinámica. Desde donde creo que hay que empezar y continuar. Algo que se nos olvida a muchos actores después de pasar por miles de cursos técnicos. Confiar en tu instinto, estar, escuchar, jugar, imaginar, confiar y divertirte muchísimo en el proceso.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *