Todos los genios que conozco son gente humilde. Como Mario, uno de los violinistas de la Orquesta Nacional de España, con el que tengo la suerte de trabajar desde hace algo más de un año, ayudándole con su live looping y puesta en escena. Quizá sea la inquietud por descubrir y conocer más allá de la mera y conforme demostración, la que suaviza el ego. Se conocen muchos genios ególatras, pero yo nunca conocí uno así en persona, así que para mí sólo existen los humildes.

Anoche Mario me invitó al auditorio nacional, que no pisaba en muchos años, a disfrutar de un ciclo que me voló la cabeza. Emocionadísimo con Kilar y Lutoslawski, que no tenía ni puta idea de quién eran pero me encantó jugar a entrar en el auditorio con la pose de quien es experto en música contemporánea polaca (me lo puedo permitir; no soy un genio).

No era fácil pasar como público asiduo en ese lugar majestuoso con olor a perfume caro y laca, y el tono predominante pastel en las butacas del pelo cano y teñido de gente mucho mayor y versada que yo. Porque, ¿cómo cojones saben cuándo hay que aplaudir?

Me sorprendí a mí mismo varias veces haciendo el amago de aplaudir convirtiéndolo en un gesto disimulado y torpe de frotarme las manos al ver que nadie lo hacía. Quise también preguntar programa en mano qué tema acaban de tocar, pero estoy tan acostumbrado a hablar de “canciones” y “temitas” que mi mente implosionó dudando entre términos como “movimiento”, “sinfonía”, “ciclo”, “programa”, “canción” y “temita”, disimulándolo esta vez en otro amago de hablar que literalmente llegó a abrir mi boca para convertirse en un suspiro y una sonrisa a la señora de al lado, que me devolvió la sonrisa más por educación que complicidad. Terminan otro temita y esta vez sí aplauden todos a la vez. ¿Por qué? Está clarísimo que todos se han puesto de acuerdo en el descansillo. Ya me aceptarán. Porque pienso volver. ¡Y lo recomiendo!

Mario tocó de nuevo el concierto esta mañana y por la tarde estará tocando solo en La Casa del Barrio de Carabanchel a las 18:30, un set moderno de live looping inspirado en las estaciones de Vivaldi. ¡Y lo recomiendo más!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *