Que ¿de qué va este tema? Eem.. No sé bien. Empezó siendo una crítica a los músicos que siempre consideré pasteles. Aquellos que son capaces de decir sin avergonzarse cosas como “amo quererte” o “quererte es una bendición” o “amarte es un placer” o “tengo ansiedad de amor por cuánto adoro cada uno de tus átomos”.     (…)   Ostiá, espera. Me ha dado una arcada.  (…)   Ya.

El caso es que luego me iba acordando de acciones y palabras pasteles que yo también vomité alguna vez fruto del éxtasis y pensé
– ¡Oh mierda! Si yo también soy un pastel.-
Pero luego dije
-¡No! No soy un pastel. Yo he sido siempre heavy metal, ¡no me jodas!-
A lo que me respondí
-Sí. Fuiste heavy metal pero también lloraste al escuchar body and soul interpretada por Coleman Hawkins, y con el disco que te dejaron de Brad Mehldau, o te emocionaste cuando Eva llenó una azotea de flores y velas para sorprenderte, o te sorprendiste tú escribiendo emocionado sobre un paseo en bici con Helena por la selva. Eres un pastel Raúl.-
-A mí tú eso no me lo dices a la cara.-
Entonces empezó aquí una lucha eterna a muerte entre mi brazo derecho y el izquierdo como Peter Griffin con su gallo archienemigo, mientras mi tercer yo escribía la canción. Y sí. ¡Has adivinado! Con las manos ocupadas en una batalla a muerte, Soy un pastel se tuvo que escribir con la punta de la p(…).

¿Y a mí qué me importa Luis Miguel?

Beatmac

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